RESUMEN
Según la mayoría de las sociedades europeas y americanas, el agua de mar —sola o combinada con otros preparados— tiene un lugar en el tratamiento de numerosas afecciones de las vías respiratorias superiores (VRS), como la rinosinusitis crónica, la rinitis alérgica, las infecciones agudas de las VRS y la recuperación posquirúrgica. Además, tanto su mecanismo de acción como estudios recientes apoyan su uso para prevenir infecciones víricas y bacterianas de las VRS. En este artículo se revisan los estudios sobre las soluciones salinas utilizadas tanto en personas sanas como en trastornos clínicos.
COMENTARIO
Los efectos de las irrigaciones nasales se deben tanto al contenido de sal (y, por tanto, a la osmolalidad de la solución, que en los preparados comerciales va del nivel fisiológico del 0,9 % al nivel hipertónico del 3 %) como de otros iones, los cuales, además de influir en la osmolalidad, tienen otros efectos sobre las células y tejidos.
Composición de la solución salina y los preparados de agua de mar
El agua de mar tiene cuatro categorías de constituyentes o solutos: mayores, menores, trazas y gases.
La salinidad media del agua de mar sin diluir es de aproximadamente el 3,5 % o 35 ppt (parts per thousand, partes por millar). En el océano abierto es de 33-37 ppt (parts per thousand o partes por millar), mientras que en el Mar Muerto es de 240 ppt, motivo por el cual la procedencia del agua de mar es importante. La salinidad se debe a los seis constituyentes mayores, cuyas proporciones se mantienen constantes con independencia de la salinidad del agua: Cl– (55 %), Na+ (30,6 %), SO42– (7,7 %), Mg2+ (4 %), Ca2+ y K+. Además, estos constituyentes mayores no son químicamente reactivos, por lo que se mantienen estables en los océanos y mares durante mucho tiempo. Por el contrario, los constituyentes menores y las trazas son química o biológicamente reactivos, por lo que su concentración depende de diversos factores y puede variar.
Por su parte, la osmolalidad es una característica fundamental de las aguas de mar. El agua de mar con una concentración del 26 %-27 % se considera hipertónica.
Mecanismo de acción
El mecanismo de acción de las soluciones de irrigación nasal se basa en dos principios:
- Físico: efecto mecánico de limpieza de las secreciones y patógenos de la mucosa nasal. Al aplicar solución hipertónica, la mucosa se hidrata tanto por la propia aplicación local de la solución como por la entrada de agua a través de la membrana. El edema submucoso disminuye. El líquido se acumula en la luz nasal y limpia el moco, las costras y residuos, lo cual se sigue de la conversión del moco del estado gel al estado sol. Como consecuencia, los cilios necesitan menos energía para movilizar el moco y el transporte mucociliar es más eficaz.
- Biológico/fisiológico: efecto de los iones en la fisiología de las células de la mucosa nasal:
- Mg2+. Promueve la reparación celular y reduce la inflamación. Inhibe la exocitosis de los eosinófilos permeabilizados. Reduce la apoptosis de las células respiratorias.
- Ca2+. Regula la frecuencia y sincronización del movimiento ciliar.
- K+. Antinflamatorio. Promueve la reparación del epitelio respiratorio.
- HCO3−. Reduce la viscosidad del moco y facilita su eliminación mediante los movimientos ciliares.
La mejoría del trasporte mucociliar es uno de los mecanismos clave de la irrigación nasal. Su eficacia se mide mediante el tiempo de transporte mucociliar (TTM), esto es, el tiempo que tarda una sustancia en transportarse una distancia determinada en el sistema respiratorio. El TTM está prolongado en personas con rinitis alérgica, sinusitis crónica, desviación septal y grandes fumadores, entre otros trastornos.
Algunos estudios han mostrado una mejoría de la limpieza mucociliar con solución hipertónica, no así con solución isotónica.
Aspectos del uso del agua de mar y las soluciones salinas en humanos
En este artículo se revisaron los ensayos clínicos y los estudios in vitro realizados durante más de 20 años y publicados en las bases de datos Medline, Scopus, Web of Science y Cochrane. Los autores se centraron en los que más aportaban al entendimiento de la eficacia y seguridad del uso de las preparaciones salinas y de agua de mar en humanos.
Seguridad
La seguridad de estos preparados se ha demostrado en numerosos estudios, tanto en personas sanas como en personas con patologías (rinitis, rinosinusitis, asma, bronquiolitis, etc.), embarazadas y niños. En pocos estudios se reportan efectos adversos. Cuando se reportan, en general están relacionados con una sensación de ardor en la nariz y la garganta, más intensa cuanto mayor es la osmolalidad de la solución. Otros efectos adversos raros son rinorrea, epistaxis, sabor amargo, sequedad nasal y dolor en la nariz. No se describen efectos adversos graves.
Eficacia
La eficacia se ha estudiado en muchos estudios y ensayos clínicos llevados a cabo en poblaciones diversas con diferentes patologías. La posología exacta es todavía un aspecto por dilucidar, ya que depende de factores como la edad, la indicación, la osmolalidad y la forma de aplicación (gotas, espráis, nebulizadores o irrigación).
Sinusitis crónica
La administración nasal de corticoesteroides mejora los síntomas, y también lo hacen las irrigaciones salinas, tanto en población pediátrica como adulta. Hay estudios que han mostrado que la irrigación salina se tolera bien en niños, es efectiva como tratamiento de primera línea y reduce la necesidad de cirugía. En adultos, se ha visto que disminuye el uso de antibióticos. Las soluciones hipertónicas son más efectivas, y el perfil de seguridad es favorable con independencia del modo de aplicación.
Rinitis alérgica
Los estudios muestran que las preparaciones de irrigación nasal son efectivas y seguras en el corto y largo plazo y reducen la necesidad de otros tratamientos, como los antihistamínicos, en niños y embarazadas. Otros estudios también muestran que disminuyen el uso de corticoesteroides nasales y medicación sistémica.
Otras indicaciones
Las soluciones salinas tienen un efecto positivo en adultos sanos y en niños con diversas patologías, como bronquiolitis, sinusitis aguda, infecciones agudas de las VRS, amigdalitis aguda, resfriado y gripe.
La irrigación nasal diaria debería recomendarse como un buen hábito en niños sanos, sobre todo, en los que no pueden sonarse.
Preparaciones salinas y de agua de mar en la pandemia por SARS-CoV-2
Hay publicaciones que sugieren que estos preparados podrían tener un papel tanto en la prevención como en el tratamiento de las infecciones por coronavirus, así como en otro tipo de infecciones víricas. Este es un tema interesante para seguir investigando.
Conclusiones
Las soluciones de irrigación nasal presentan beneficios en las VRS, tanto mecánicos (limpieza de la mucosa) como relacionados con la osmolalidad (reducción del edema y humectación del epitelio) y los efectos fisiológicos de los iones constituyentes (promoción de la reparación celular, reducción de la inflamación, reducción de la viscosidad del moco, incremento de la frecuencia de batido ciliar, etc.). La seguridad es excelente en pacientes con diversas afecciones de las VRS, incluidos niños, embarazadas y ancianos.