Estrategias dietéticas para la urticaria crónica

Actualización

Puntos clave

  • La urticaria crónica espontánea (UCE) es un tipo de urticaria crónica (UC) en la que no se identifica ningún factor desencadenante específico (alimentos, medicamentos, estímulos físicos, alérgenos)1,2.
  • Los alimentos son una causa de UCE, aunque poco frecuente. Los síntomas pueden deberse a alergia alimentaria o intolerancia alimentaria, siendo esta última más frecuente1.
  • De las estrategias dietéticas para el manejo de la urticaria, las dietas de suplementación tienen mayor evidencia científica que las dietas de eliminación1.
  • Las dietas sin histamina y seudoalérgenos tienen beneficios en el tratamiento de la UCE, pero se necesitan estudios de mayor calidad para aumentar el nivel de recomendación3.
  • De las dietas de eliminación, la que mayor recomendación presenta es la de exclusión de los aditivos, ya que estos se asocian a reacciones seudoalergénicas y, además, no aportan ningún beneficio para la salud1.
  • Las dietas de suplementación (por ejemplo, de vitamina D o probióticos) tienen altos niveles de evidencia como tratamiento adyuvante en casos refractarios de UCE, además de que son seguras de utilizar1.

Introducción

La urticaria crónica (UC) se caracteriza por la aparición de habones pruriginosos, con o sin angioedema, que duran un promedio de 24 horas y recurren de manera espontánea, de forma que el conjunto de síntomas persiste más allá de las 6 semanas1,4. Su patogenia no es del todo clara, pero están implicados mecanismos inmunológicos, inflamatorios y de la coagulación5.

La urticaria crónica espontánea (UCE) es un tipo de urticaria en la que no se identifica ningún factor desencadenante específico (alimentos, drogas, estímulos físicos, alérgenos)1,2. Su manejo es sobre todo sintomático y no hay en la actualidad tratamientos curativos. La respuesta al tratamiento de primera línea con antihistamínicos es incompleta casi en el 60 % de los pacientes, y los fármacos de segunda línea (biológicos y/o inmunomoduladores) tienen efectos adversos y son caros1. Aunque la tasa de respuesta con estos últimos medicamentos es alta, sigue siendo insuficiente en una proporción importante de pacientes, lo cual se debe en parte a los múltiples mecanismos implicados en la patogénesis de esta enfermedad4.

Muchos pacientes buscan estrategias dietéticas para mejorar los síntomas y recurren a la eliminación de ciertos alimentos de manera empírica. Sin embargo, el papel etiopatogénico de los alimentos en la UCE no está claro. Los alimentos son una causa de UCE, pero poco frecuente. Los síntomas pueden deberse a alergia alimentaria o a intolerancia alimentaria, siendo esta última más frecuente. Es importante que los médicos conozcan la relación entre la dieta y la UCE, para orientar mejor a sus pacientes1.

Estrategias dietéticas

Básicamente existen dos tipos de estrategias: las dietas de eliminación y las dietas de suplementación.

Dietas de eliminación

No se recomienda la implementación sistemática de este tipo de dietas6,7.

Es necesario, en cambio, hacer un análisis adecuado del papel de ciertos alimentos en el desarrollo de la UC, si es que aparece como posible desencadenante al realizar la historia clínica del paciente6. De todos modos, la tasa de respuesta de este tipo de dietas en personas con UC varía en los distintos estudios, entre el 31 % y el 100 %2.

Según el tipo de alimento que se elimine, se clasifican en dieta sin alérgenos, dieta sin seudoalérgenos, dieta baja en histamina y dietas personalizadas.

Con independencia del tipo de dieta de eliminación, debe prolongarse al menos 3 semanas consecutivas para evaluar la respuesta1,3. No se recomienda extenderlas más en el tiempo, a menos que exista una prueba de provocación que apoye la indicación, porque pueden provocar deficiencias nutricionales y empeorar la calidad de vida1.

Dieta sin alérgenos

Pueden ser beneficiosas cuando hay alergia alimentaria mediada por IgE1. La tabla 1 muestra el grado de recomendación de las dietas sin alérgenos más frecuentes.

Tabla 1. Dietas de eliminación de alérgenos más frecuentes

Alimento que se elimina Grado de recomendación
Carnes rojas B
Pescados y derivados B
Gluten C

Fuente: elaboración propia a partir de Podder et al.1

La dieta de eliminación de carne roja podría intentarse en el síndrome de alfa-gal1.

Anisakis simplex es un nematodo de los peces marinos que puede provocar alergia alimentaria si se consume pescado crudo o poco cocinado, marinado o ahumado. Los alérgicos a este parásito pueden comer pescado congelado (−20°C durante 48 horas)1.

Por último, se han reportado algunos casos de mejoría de UCE al eliminar el gluten en pacientes celíacos1.

Se recomienda probar las dietas de eliminación en determinados casos de UCE refractaria, como en pacientes con antecedentes de anafilaxia, residentes de zonas endémicas de garrapatas cuyas picaduras pueden provocar síndrome de alfa-gal y pacientes con alergia alimentaria confirmada mediante una prueba de provocación con enmascaramiento doble controlada con placebo1.

Dieta sin seudoalérgenos

Los seudoalérgenos son compuestos de bajo peso molecular entre los cuales se incluyen alimentos que pueden causar UCE a través de un mecanismo no inmunológico (no mediado por IgE) (tablas 2 y 3). La seudoalergia alimentaria es más frecuente que la alergia alimentaria en pacientes con UC1,8.

Tabla 2. Alimentos que pueden actuar como seudoalérgenos

Alimentos Desencadenantes (se sugiere evitarlos)
Lácteos Lácteos fermentados (quesos curados, yogur y nata agria)
Verduras Tomate, espinaca, berenjena, aguacates, verduras fermentadas como el chucrut o el kimchi, verduras demasiado maduras)
Frutas Todas las frutas y zumos de frutas
Mariscos y pescados Evitarlos, excepto el pescado fresco congelado y luego cocinado
Carne Salchichas curadas/carne ahumada/carne procesada
Bebidas Alcohol, té herbal
Aditivos alimentarios Colorantes, conservantes y edulcorantes artificiales (se recomienda evitar los que son desencadenantes reconocidos, como los de la tabla 3)
Otros Cualquier alimento fermentado, especias y hierbas, chocolate, chicles y caramelos

Fuente: Podder et al.1

Tabla 3. Lista de aditivos y colorantes alimentarios que causan urticaria crónica

Aditivos alimentarios naturales Aditivos alimentarios sintéticos
Achiote (E160b)

Cúrcuma (E100)

β-caroteno (E160a)

Pimentón dulce (E160c)

 

Amaranto E123/FD&C Rojo n.º 2

Ponceau 4R E124

Tartracina E102/FD&C Amarillo n.º 5

Amarillo ocaso E110/FD&C Amarillo n.º 6

Eritrosina E127/FD&C Rojo n.º 3

Azul patentado E131/FD&C Azul n.º 2

Fuente: Podder et al.1

Varios estudios han demostrado la remisión parcial de la UCE en un subgrupo de pacientes sometidos a dietas bajas en seudoalérgenos3,9. Esta dieta podría ser útil como terapia adyuvante para disminuir los síntomas en pacientes con UCE refractaria1. La tabla 4 muestra los grados de recomendación.

Tabla 4. Grados de recomendación de las dietas sin seudoalérgenos

Alimento que se elimina Grado de recomendación
Aditivos alimentarios (edulcorantes artificiales, colorantes, conservantes) A
Pseudoalérgenos naturales (frutas, verduras, especias) B

Fuente: elaboración propia a partir de Podder et al.1

La dieta sin seudoalérgenos se lleva a cabo eliminando a la vez varios alimentos con capacidad seudoalergénica, ya que este tipo de reacciones no se limitan a un solo producto. De hecho, los estudios reportan que es muy raro que los aditivos alimentarios actúen como desencadenantes aislados de UCE1. Los alimentos se excluirán de la dieta durante al menos 3 semanas y después se reintroducirán de forma escalonada en los pacientes respondedores1.

Como dato interesante, en un estudio observacional se analizó el efecto de la dieta mediterránea en la UCE y se encontró que podría disminuir la ocurrencia de esta enfermedad y la gravedad de los síntomas. Esto podría deberse al menor contenido de seudoalérgenos de este tipo de dieta, que se basa en alimentos frescos, locales y con pocos conservantes. De todos modos, hacen falta más estudios y de mayor calidad para aseverar estos datos10.

Dieta baja en histamina

La UCE es una enfermedad fundamentalmente mastocitaria, y la histamina es el principal mediador. Las dietas bajas en histamina han demostrado la remisión parcial9 o total en un subgrupo de pacientes con UCE3. Se podrían utilizar en pacientes con UCE refractaria, aunque no está claro en cuáles y no existen pruebas que permitan predecir en quiénes serán efectivas1. El grado de recomendación de una dieta baja de histamina durante 3‑4 semanas se muestra en la tabla 5.

Tabla 5. Grado de recomendación de las dietas bajas en histamina

Alimento que se elimina Grado de recomendación
Alimentos ricos en histamina B

Fuente: elaboración propia a partir de Podder et al.1

Aunque algunas restricciones alimentarias de la dieta baja en histamina (tabla 6) coinciden con las de las dietas sin seudoalérgenos, las primeras son más fáciles de llevar a cabo, ya que permiten mayor variedad de alimentos1.

Tabla 6. Alimentos que aumentan la concentración de histamina sérica

Alimentos ricos en histamina Alimentos con capacidad de liberar histamina Alimentos que causan baja concentración de DAO* o que contienen aminas como la putrescina
Pescado (congelado, ahumado, salado, de lata)

Queso

Carne fermentada

Tomate kétchup

Espinaca

Berenjena

Chucrut

Vinagre de vino tinto

Champán, vino tinto y blanco, cerveza fermentada

Frutas cítricas

Papaya

Fresas

Piña

Clara de huevo

Frutos secos

Cacahuete

Tomate

Chocolate

Espinaca

Pescado

Crustáceos

Cerdo

Especias

Regaliz

Aditivos

Vino tinto

Frutas cítricas

Setas

Soja

Plátanos

Frutos secos

* DAO: diamina∙∙oxidasa (principal enzima metabolizadora de la histamina).
Fuente: Podder et al.1

Dietas personalizadas

El alimento para eliminar se determina según la historia personal del paciente. Los pacientes llevan a cabo un diario de los alimentos que han tomado antes de cada episodio de urticaria y en función de eso se lleva a cabo un plan que excluya de la dieta los potenciales desencadenantes de urticaria1.

Las dietas de eliminación personalizadas tienen un grado de recomendación A y pueden ser muy efectivas, como se ha visto en un metanálisis en el que el 75 % de los pacientes lograron la remisión completa y el 22,2 % volvieron a presentar síntomas cuando se reintrodujeron los alérgenos concretos. No obstante, es importante implementarlas una vez confirmada la asociación entre el alimento y la urticaria mediante un test de provocación1.

Dietas de suplementación

Las dietas de suplementación se deben ofrecer hasta que los niveles séricos sean adecuados1.

Suplementación de vitamina D

La vitamina D es un agente inmunomodulador y antinflamatorio que podría reducir la gravedad de la urticaria y mejorar la calidad de vida de los adultos con urticaria crónica, ya que el déficit de vitamina D parece ser más frecuente en estos pacientes11.

Se recomienda utilizarla durante 6 semanas en pacientes con UCE refractaria, como tratamiento adyuvante a su tratamiento convencional (grado de recomendación A)1. Está  especialmente indicada en pacientes con deficiencia de vitamina D (<20 ng/dl), más que con insuficiencia (20-29 ng/dl)1, aunque no hay suficiente evidencia para recomendar el cribado del déficit de vitamina D de manera sistemática6.

Suplementación de diamina∙∙oxidasa

La diamina∙∙oxidasa (DAO9 es la enzima que cataboliza e inactiva a la histamina. Así pues, la suplementación con DAO podría ser una estrategia terapéutica en casos de UCE resistente con baja concentración sérica de DAO, para reducir la concentración sérica de histamina y mejorar los síntomas. En los pacientes con UCE que no se controla de manera completa con antihistamínicos y tienen niveles séricos bajos de DAO, la suplementación tiene un grado de recomendación A1.

Probióticos/simbióticos

En niños con UCE refractaria se ha visto mejoría clínica estadísticamente significativa después de 4 semanas de uso.  En adultos se ha visto mejoría de los síntomas después de 6 semanas de uso, pero los datos no alcanzan a tener relevancia estadística1.

Se podría probar en pacientes con UCE refractaria, como tratamiento adyuvante a la medicación habitual (grado de recomendación A), durante 4 a 6 semanas, si es que no hay contraindicaciones y tras evaluar el coste‑beneficio en cada caso particular1. Otra opción sería administrarlos 2 veces al día durante 8 semanas12, aunque se necesitan más estudios para identificar las cepas y la dosis efectiva para la urticaria5.

Conclusiones

Los pacientes con UCE a menudo recurren de manera empírica a modificaciones dietéticas para mejorar su cuadro clínico. Si bien la evidencia científica respecto a las estrategias dietéticas y la urticaria crónica es escasa, es importante que el médico esté al día para poder aconsejar mejor a sus pacientes.

De todas las estrategias dietéticas, las de suplementación son la que mayor evidencia presentan y en general son fáciles y seguras de implementar.

Las de eliminación, en cambio, tienen menor nivel de recomendación (excepto las de eliminación de los aditivos y las personalizadas) y a menudo son más difíciles de seguir, además de que es necesario vigilar que no se produzcan déficits nutricionales. En este sentido, dado que las modificaciones dietéticas pueden ser beneficiosas solo en un subgrupo de pacientes con UCE refractaria a los antihistamínicos, pero no existen pruebas para identificar a estos pacientes, no se aconseja la restricción general de alimentos en pacientes con UCE.

Bibliografía

  1. Podder I, Jaiswal S, Das A. Dietary strategies for chronic spontaneous urticaria: an evidence-based review. International Journal of Dermatology. 2023;62(2):143-53.
  2. Chiang HL, Chen CH, Koo M, Tsai TY, Wu CH. Predictors of Response to Oral Medications and Low-Histamine Diet in Patients with Chronic Urticaria. J Immunol Res. 2022;2022:5243825.
  3. Grumach AS, Staubach-Renz P, Villa RC, Diez-Zuluaga S, Reese I, Lumry WR. Triggers of Exacerbation in Chronic Urticaria and Recurrent Angioedema-Prevalence and Relevance. J Allergy Clin Immunol Pract. junio de 2021;9(6):2160-8.
  4. Kaplan A, Lebwohl M, Giménez-Arnau AM, Hide M, Armstrong AW, Maurer M. Chronic spontaneous urticaria: Focus on pathophysiology to unlock treatment advances. Allergy. 2023;78(2):389-401.
  5. Fu H yu, Yu H da, Bai Y ping, Yue L feng, Wang H mei, Li L ling. Effect and safety of probiotics for treating urticaria: A systematic review and meta-analysis. Journal of Cosmetic Dermatology [Internet]. [citado 30 de agosto de 2023];n/a(n/a). Disponible en: https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/jocd.15782
  6. Sabroe RA, Lawlor F, Grattan CEH, Ardern-Jones MR, Bewley A, Campbell L, et al. British Association of Dermatologists guidelines for the management of people with chronic urticaria 2021. Br J Dermatol. marzo de 2022;186(3):398-413.
  7. Hacard F, Giraudeau B, d’Acremont G, Jegou MH, Jonville-Bera AP, Munck S, et al. Guidelines for the management of chronic spontaneous urticaria: recommendations supported by the Centre of Evidence of the French Society of Dermatology. Br J Dermatol. septiembre de 2021;185(3):658-60.
  8. Bauer A, Dickel H, Jakob T, Kleinheinz A, Lippert U, Metz M, et al. Expert consensus on practical aspects in the treatment of chronic urticaria. Allergo J Int. 2021;30(2):64-75.
  9. Zuberbier T, Abdul Latiff AH, Abuzakouk M, Aquilina S, Asero R, Baker D, et al. The international EAACI/GA2LEN/EuroGuiDerm/APAAACI guideline for the definition, classification, diagnosis, and management of urticaria. Allergy. marzo de 2022;77(3):734-66.
  10. Ayvaz HH, Kuyumcu A. Effect of the Mediterranean diet in patients with chronic spontaneous urticaria. Rev Assoc Med Bras (1992). junio de 2021;67(5):675-80.
  11. Li Y, Cao Z, Guo J, Li Q, Su J. Effects of Serum Vitamin D Levels and Vitamin D Supplementation on Urticaria: A Systematic Review and Meta-Analysis. Int J Environ Res Public Health. 5 de mayo de 2021;18(9):4911.
  12. Atefi N, Fallahpour M, Sharifi S, Ghassemi M, Roohaninasab M, Goodarzi A. Probiotic as an adjuvant therapy in chronic urticaria: a blinded randomized controlled clinical trial. Eur Ann Allergy Clin Immunol. mayo de 2022;54(03):123.

 

También puede interesarte

El envío se ha realizado correctamente.

La información proporcionada en este sitio web está destinada a profesionales de la salud capacitados para prescribir y suministrar medicamentos, así que requieren conocimiento científico específico y formación para interpretarla correctamente.