España experimenta un proceso de continuo envejecimiento medido por el aumento de la proporción y número de personas de ³ 65 años, representando el 19,6% del total de la población. Se prevé que este porcentaje crecerá hasta 31,4% en 2050, llegando a su máximo.
Como resultado a este envejecimiento poblacional ha surgido un nuevo tipo de paciente que se caracteriza por ser ³ 75 años, con multimorbilidad, polifarmacia, fragilidad, frecuente discapacidad, que necesita una asistencia sanitaria y social diferente y específica y que se ha convertido en el más difícil de asistir.
Todo esto implica una transición clínica con el objetivo de adaptar la asistencia sanitaria a las necesidades de este nuevo paciente emergente. Esta transición es un reto a nivel mundial ya que se necesita planificar y gestionar la calidad asistencial pero también la sostenibilidad del sistema público de atención. Este cambio de enfoque exige diseñar una organización de cuidados integrales, globales, continuados, coordinados y centrados en el paciente con un profundo conocimiento del envejecimiento y sus consecuencias.
Cáncer de piel y edad
El cáncer es una patología edad dependiente, por lo que su impacto ha aumentado con el envejecimiento poblacional.
Los ≥ 65 años representan (en países desarrollados):
- Nuevos diagnósticos: 53%-62%.
- Supervivientes: 59%-64%.
- Muertes: 70%.
La probabilidad de sufrir un cáncer a partir de los 85 años es casi del 50% en hombres y de 1/3 en mujeres.
Entre todos los tipos de cáncer, los cánceres de piel son los más frecuentes, representando, al menos, el 40% de todos los tumores malignos. Las tasas de incidencia, morbilidad y costes médicos relacionados han aumentado en los últimos años debido al envejecimiento poblacional y la mayor exposición al sol.
El daño por radiación ultravioleta se acumula a lo largo de la vida y es un factor de riesgo para este tipo de cáncer. Además, la menor funcionalidad de los mecanismos de reparación celular en las personas mayores aumenta, aun más, este riesgo. La edad también provoca una alteración del sistema inmunológico y, en consecuencia, una dificultad más para combatir contra las células tumorales.
Las organizaciones de salud pública recomiendan las siguientes medidas de protección solar:
- Usar ropa protectora.
- Llevar sombrero de ala ancha.
- Utilizar protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar de, al menos, 15 o 30 acorde con el tipo de piel.
- Permanecer a la sombra para proteger adecuadamente la piel del sol.
Es necesario promover todas estas medidas entre los adultos mayores y aumentar la concienciación sobre esta enfermedad en este grupo poblacional.
Basado en: Cronoenvejecimiento y fotoenvejecimiento. Impacto en el paciente dermatológico de edad avanzada. 2021, Almirall.